¿Dónde está la dignidad? Mientras el país sangra por el ajuste, mientras los jubilados se levantan con el alma rota y los trabajadores pelean por no quedar afuera, una banda de ineptos y sinvergüenzas hunde una cooperativa que costó décadas de sacrificio. Sí, estamos hablando de la gestión de Jorge Lago y su Consejo de Administración, que entre 2023 y 2024 “gastaron” más de 1.100 millones de pesos en “Gastos Varios”. ¿Saben qué hicieron con esa plata? Nada. O peor: se la comieron en la oscuridad, sin justificar un centavo, sin rendirle cuentas a nadie.

¿Y saben qué podrían haber hecho?
Si la invertían inteligentemente en acciones de una empresa nacional como YPF, podrían haber generado más de $2.000 millones de ganancia, que hoy podrían estar volviendo al pueblo en forma de servicios, obras, beneficios reales para los socios y aumento de sueldos. Porque acá ya no hablamos de errores. Hablamos de una gestión criminalmente incompetente o deliberadamente corrupta. Se refugian detrás de un escritorio, se esconden en cenas de cartón y bailes vergonzosos donde reparten risas compradas con la plata de los socios.
¿Y los socios?
Jubilados, trabajadores, familias enteras que no saben que están siendo estafados con una sonrisa en la cara.
¡Un consejo de administración que no administran nada!
Un verdadero Cooperativista no se esconde en balances truchos ni en asados pagos con fondos cooperativos. Un verdadero Cooperativista no negocia con la dignidad del pueblo ni hace silencio ante la injusticia.
¿Dónde está el síndico? ¿Dónde está el tesorero?
¿Dónde están los que tienen que cuidar los libros, los fondos, las decisiones?
¿Qué esconden? ¿A quién protegen?
Hay que poner la política al servicio de la verdad, no de la complicidad. Esto no se soluciona con una auditoría interna trucha ni con promesas de rendición de cuentas "a futuro. Esto se arregla con la justicia. Con denuncias. Con movilización. Con memoria y con lucha. Porque la cooperativa es del pueblo. Y cuando tocan lo que es del pueblo, se meten con todos nosotros.
Este pueblo de Grand Bourg construyó una cooperativa con trabajo y amor.
Y no vamos a dejar que una manga de inútiles disfrazados de dirigentes nos la roben en la cara.
La verdad no se tapa con fiestas.
La dignidad no se negocia.
Y el pueblo no se duerme más.
Llego la hora de la justicia!!!